Santa Eulalia ha evolucionado en armonía con la ciudad y su gente. Nuestra esencia encarna el espíritu de transformación continua, innovación y creatividad que siempre ha definido a Barcelona.
Santa Eulalia Perfumes
Desde entonces, cada perfume ha sido una expresión de ese vínculo. Capturamos el alma de nuestra ciudad y la transformamos en arte olfativo, fusionando la tradición artesanal con una sensibilidad contemporánea. Cada fragancia es una extensión de nuestra historia y una forma de compartir la esencia de nuestra cultura mediterránea con el mundo.
En Santa Eulalia Perfumes, cada fragancia es una historia íntima tejida con la luz, la arquitectura y la brisa del Mediterráneo. Una ciudad que nos inspira con su elegancia natural, su pasión por el diseño y su vibrante estilo de vida. Cada nota evoca un momento, un lugar, una emoción.

BARCELONA:
NUESTRO ORIGEN,
NUESTRA MUSA
Cada uno de los perfumes de Santa Eulalia nace de una emoción vivida en la ciudad. Inspirados por el Mediterráneo, por la elegancia natural de la ciudad y por su vibrante estilo de vida, creamos perfumes que despiertan emociones, que viajan contigo y que hablan de identidad, memoria y belleza.
Luis Sans, Chairman de
Santa Eulalia Perfumes.
BARCELONA CON LOS SENTIDOS
Barcelona se revela a través de sus paseos, mostrando su esencia en cada rincón. Cuando la ciudad se recoge y la luz se vuelve dorada, las librerías, cafés y calles silenciosas invitan a una intimidad casi susurrada. Entre los arcos del Born y las sombras del barrio de la Ribera, OBSCURO acompaña el misterio que se esconde tras las fachadas antiguas. Al caer la tarde, cuando el sol se despide tras los tejados del Gòtic y las terrazas se llenan de conversaciones pausadas, VESPER captura ese instante suspendido entre la calma y el deseo: una copa de vino en una plaza escondida, una película al aire libre en una azotea de Gràcia, o simplemente el placer de caminar sin rumbo mientras la ciudad se tiñe de cobre. En el corazón de la ciudad, 175, con su elegancia atemporal, rinde homenaje al legado de Santa Eulalia, símbolo de excelencia y espíritu barcelonés. En el Bistró de Santa Eulalia, una terraza escondida dentro de la tienda, la calma se prolonga entre tazas de café y conversaciones pausadas. La luz en Barcelona puede volverse clara y vibrante, llenando la ciudad de una energía suave, casi musical.El aire se impregna de jazmín, rosa y clavel, y pasear por el Passeig de Gràcia al amanecer es rendirse al encanto de lo esencial. ALBIS, suave y empolvada, acompaña ese instante como un velo de luz sobre la piel. Entre los rosales del Parc Cervantes o en un pícnic en la Ciutadella, NUBES flota como una fragancia etérea entre el cielo y los jardines. El 23 de abril, Sant Jordi transforma la ciudad en un jardín literario: libros y rosas inundan las calles, y APRILIS, floral y luminosa, captura la esencia de ese día con la delicadeza de una rosa abierta al sol.
Los mercados de Barcelona son guardianes de historias. Entre puestos de especias, frutas exóticas y dulces, se despliega un mosaico de aromas cálidos y envolventes. CROCUS, cálido y especiado, rinde homenaje al azafrán mediterráneo. En los pasillos del Mercat de la Boqueria o Sant Antoni, donde los colores brillan y los sentidos despiertan, NECTAR ofrece su jugosidad dorada con notas de frutas tropicales y agua de coco, evocando un frescor sensual que contrasta con la densidad del ambiente. En lo alto de Montjuïc, entre el MNAC y la Fundació Miró, ODYSSEA encuentra su lugar natural: una fragancia luminosa y gourmand que celebra el viaje y la transformación.